¿Qué te empata River?

El equipo de Gallardo igualó seis de los 10 partidos que jugó en el semestre, cuatro de los cuales había arrancado ganando. El Millonario sigue superando a sus rivales pero los deja con vida y sufre. Y en Núñez tiene un solo triunfo.



En una noche muy rara, River fue al frente y creó muchísimas ocasiones de gol para quebrar a Juan Aurich, pero solamente metió un gol y sobre el final lo terminó pagando con un empate que deja muy comprometido su futuro en la Libertadores. Las lesiones, los palos y el arquero rival aparecen como atenuantes, pero no alcanzan para explicar un resultado que ya se hizo costumbre para el Millonario en este 2015: de los 10 jugados entre copas y campeonato en el semestre, seis terminaron con el marcador igualado.

Con excepción del partido contra Quilmes, River superó a todos los rivales, pero si de movida ya es difícil hablar de merecimientos en el fútbol, cuando un resultado se repite tantas veces habrá que buscar explicaciones por otros rumbos. El más evidente, la falta de puntería y, por momentos, incluso la displicencia a la hora de enfrentar el arco rival, de definir los partidos como lo hacía el equipo del semestre anterior.

Aquel River, el que ganó y peleó títulos hasta el final, no se conformaba. Incluso llegó a caracterizarse por enderezar partidos que se antojaban esquivos de entrada. Ahora pasa lo contrario: consigue la diferencia y arranca en ventaja, pero se deja estar y lo paga. Ocurrió con Quilmes, con Unión, las dos veces con Aurich... En la Copa aún no pudo ganar (está obligado a hacerlo en los dos que quedan) y, en el Monumental solo se quedó con el triunfo en la ida de la Recopa contra San Lorenzo. Materias que el equipo de Gallardo debe corregir con avidez, si no quiere quedar fuera de combate mucho antes de lo esperado.