Traigan vino que copas sobran: River recibe a CASLA

MIENTRAS DISFRUTA DE LOS 4 DIAS QUE LE QUEDAN EN LA LIBERTADORES, RIVER RECIBE A SAN LORENZO EN UN CHOQUE DE OPUESTOS.

Un clásico siempre atrapa. Es un partido que genera revuelo en sí mismo, más allá del presente de cada equipo. Mañana, en el Monumental, River y San Lorenzo disputarán un encuentro que puede dejar marcas para el futuro: no resultará determinante para las aspiraciones en un campeonato de largo aliento, pero se ofrecerá como plataforma de lanzamiento para desandar la definición de la Copa Libertadores, donde ninguno de los dos clubes pudo afirmarse en el recorrido internacional. Una rareza, ya que en 2014 el Ciclón fue campeón de América y los millonarios levantaron la Copa Sudamericana.

Los títulos, las vueltas olímpicas, son escudos para los entrenadores, aunque las conquistas no los blindó de igual forma a Marcelo Gallardo y a Edgardo Bauza. El Patón cumplió el sueño histórico de San Lorenzo, aunque el Mundial de Clubes -perdió la final con Real Madrid- y la Recopa Sudamericana -cayó frente a River- lo esmerilaron. El rosarino está siempre bajo estudio: en el estilo de juego se condensa la crítica, aunque el entrenador ya estableció desde temprano sus preferencias. "Este no va a ser un equipo que va a jugar lindo, pero va a ser difícil para todos los rivales. Hay una corriente ahora de que hay que atacar mucho. A mí no me mueve de mi pensamiento", destacó Bauza, frente a los cuestionamientos.



Llegar a la cita como puntero, ser un contundente ganador en el clásico con Huracán, y enderezar el rumbo en el Grupo 2 de la Copa Libertadores -definirá su suerte en los partidos pendientes con Corinthians y Danubio-, parecen no alcanzar. River resultó un escollo que este Ciclón no pudo derribar bajo la conducción del Patón, que relativizó la particular estadística. "Yo no tengo ninguna espina con River. Ya me di gustos con San Lorenzo. No necesitamos demostrar nada. Que no hayamos podido sacar un buen resultado contra River nos dejó un sabor amargo, pero el último no lo merecimos perder. Sí, trataremos de no hacer lo del primer tiempo de la ida por la Recopa, que jugamos mal. Será importante por el rival y por lo que significa, pero no va a cambiar nada. El que gane sumará tres puntos. Es un campeonato largo, con muchas fechas por jugar", subrayó.

Para Gallardo, la nueva temporada presentó una diversidad de pruebas por superar, después de un semestre en el que el Muñeco se ganó merecidos elogios por la propuesta de juego y los logros. Las derrotas con Boca en los amistosos de verano (especialmente, el 0-5), un comienzo irregular en el campeonato y una incómoda posición en la Copa Libertadores -el objetivo de todo River- desestabilizarían a cualquier conducción. Sin embargo, en Núñez el clima no se enrareció y los dirigentes se entusiasman con extender el vínculo hasta 2017. "Bienvenidas sean las dirigencias serias que quieren darle continuidad a un trabajo serio más allá de los resultados", explicó el DT, que prefiere no desenfocarse y planificar a corto plazo, con San Lorenzo y Tigres como doble meta. "Nos gusta tomar este tipo de partidos, que tengan sentido, que sean decisivos. Existe la presión, es una presión linda. Vamos a jugar un clásico el domingo [mañana], después tenemos un viaje largo para jugar un partido decisivo en México. Jugar por algo es bueno, me genera entusiasmo. El partido de mayor importancia en esta semana para nosotros es con Tigres, pero mis jugadores saben que primero vamos a enfrentar al puntero del campeonato", dijo el Muñeco, que no oculta que el equipo está en deuda desde lo futbolístico.

"Estoy en el proceso de tratar de generar un cambio. Me gusta asumir riesgos, aunque puedan salir mal. Intentamos trabajar y entrenar para que nosotros podamos tener sorpresa, más allá de lo táctico y estratégico. Tiene que ver con una idea de sentir que podés: si me quedo con la posibilidad de no sufrir, me acomodaría a lo básico y listo... Que los jugadores hagan la diferencia desde lo individual y listo, pero ahí es más difícil sorprender. Cada vez hay menos que hagan diferencia desde lo individual, sobre todo en nuestro fútbol", comentó Gallardo, que fue ídolo como futbolista y ya tiene el mismo cartel en su primera experiencia como técnico millonario..